Y honor a quien honor merece.
¿Cómo no reconocer a quien a lo largo de la historia ha logrado trascender y tomar los derechos y privilegios que por ley divina le corresponden?
Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre hizo una mujer, y la trajo al hombre. Génesis 2:22
Hablar de la mujer es hablar de batallas sin fin, peleadas a gritos y en silencio. A través de la historia podemos ver cómo el propósito de la mujer no era claro, y cómo fueron vistas como inferiores a los hombres: débiles, propiedad personal de alguien, sirvientas o esclavas domésticas y merecedoras de cualquier tipo de abuso.
Pero a pesar de lo adverso de cada tiempo, cada una fue haciendo lo suyo en la posición que tenían, peleando batallas con gracia, inteligencia, prudencia, sabiduría y amor.
Hoy reconocemos el importante propósito de la mujer, no como quien no necesita al hombre, sino como quien es mejoradora en todos los sentidos, pilar importante en la familia, cuidadosa de los detalles, dadora de ternura y amor, administradora y consejera.
A través de su valiosa labor dentro y fuera de casa, la reconocemos como pieza fundamental en nuestra sociedad.
Escrito por: Lic. Jazmin Montenegro.